Y tú, ¿por qué fumas?

 ¿Eres de esos que dicen: “Yo fumo poco porque casi todo el cigarrillo se consume en el cenicero”?
Si eres de estas personas no te vendría nada mal saber que el humo del final del cigarrillo es más tóxico que el que se inhala directamente al fumar, ya que contiene más sustancias cancerígenas. Por lo tanto, es una sandez decir que fumar es menos dañino debido a que casi todo el cigarrillo se condume en el cenicero, cuando la única y verdadera realidad es que el final del cigarro es lo más perjudicial para nuestra salud, ya no solo para el que fuma, sino también para el fumador pasivo.




  ¿Eres de los que piensan que el  tabaco contamina, pero en mucha menor medida que  los automóviles y las fábricas?
Estás muy equivocado/a.
Numerosos  estudios científicos muestran la realidad tal y como es: y es que, un cáncer de pulmón no puede ser provocado tan fácilmente por la contaminación ambiental como por causa del tabaco.
Debemos ser conscientes de que el  tabaco es causante del 30% de los cánceres diagnosticados frente al 2% producido por la contaminación ambiental.
Así que, no te dejes engañar.


¿Cuántas veces hemos escuchado decir el tabaco me tranquiliza?
Las personas que afirman esto se engañan a ellas mismas. El tabaco no tranquiliza los nervios, sino todo lo contrario, el tabaco genera una “intranquilidad”, ya que cuando los niveles de nicotina disminuyen aparece el síndrome de abstinencia, haciendo que tu cuerpo necesite la dosis diaria de nicotina y la persona se ponga nerviosa al no tener dicha dosis en su cuerpo. De ahí, que al consumir los cigarrillos, tengamos la impresión de tranquilizarnos, porque saciamos la necesidad de nicotina.

 Personas que dicen: “Necesito un cigarrillo para estudiar o trabajar”.
Esto ocurre porque se asocia el tabaco a estas situaciones rutinarias como estudiar o trabajar, y se convierte en un hábito diario  como cualquier otro.
 ¿Sabías que cuando estas dejando de fumar es peor el remedio que la enfermedad?
 Nadie dijo que fuera fácil dejar de fumar, pero con paciencia y fuerza de voluntad todo es posible. La dependencia física dura aproximadamente la primera  semana y los beneficios del abandono son inmediatos.

¿Cuántas veces hemos oído eso de yo no dependo del tabaco, puedo dejarlo cuando quiera?
Todo fumador es dependiente del tabaco por muy poco que fume, aunque solo sea un par de cigarros al día, ya que esto crea dependencia, por lo que siempre sentiremos efectos adversos al intentar dejar el tabaco.



 
"Sólo las personas que han sufrido un buen susto o aquellas con mucha fuerza de voluntad pueden lograr dejar de fumar".
Que no te engañen. Esta afirmación no tiene nada de real.
Y es que, cualquier persona puede dejar de fumar.
Lo importante no es la fuerza de voluntad sino tomar la decisión, tener claro el objetivo y poner en marcha las estrategias para conseguirlo. Al principio será un poco más duro.

Si fumas entre uno y cinco cigarrillos al día, no eres considerado como fumador.
Pensar esto es un gran error, y desgraciadamente muchas personas creen que esto es verdad. Que por fumar poco al día no pasa nada y no son fumadores.
Pues bien, la realidad es bastante distinta. Una persona se convierte en fumadora la primera vez que se lleva un cigarrillo a la boca.
Es una estupidez decir eso que por fumar menos de cinco cigarros no pasa nada, pues con un solo cigarro ya se crea dependencia.


"Fumar poco en una mujer embarazada no daña al feto".
 Siempre que se fuma se producen alteraciones en el feto, ya que los componentes del tabaco, sobre todo la nicotina y el monóxido de carbono, atraviesan la barrera placentaria.
Así que, de nada sirve decir que por fumar poco no se afecta al feto, pues el tabaco aunque lo consumamos en pequeñas dosis es bastante dañino.


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