El ser humano siempre se ha interesado por todo beneficio accesible de una manera gratuita y desinteresada. Ante la posibilidad de obtener un objeto sin tener que abonar nada a cambio, las personas nos prestamos dichosos e ingenuos ante casi cualquier experiencia. Y esto no es distinto en la red.
Los generadores de correos engañosos, han aprovechado esta característica humana para sacar provecho y beneficio.
Así surgieron los hoax cuya temática principal era... ¡premios por internet! (pueden ser viajes, objetos valiosos como teléfonos móviles o coches de alta gama...)
Así surgieron los hoax cuya temática principal era... ¡premios por internet! (pueden ser viajes, objetos valiosos como teléfonos móviles o coches de alta gama...)
En los correos electrónicos, se muestran promociones y ofertas con las cuáles hay que comunicarse inmediatamente a través de un número de teléfono para tener acceso a este privilegio. Este número de teléfono en muchas ocasiones puede generar un gasto económico importante para el usuario que ha hecho la llamada (¿Qué nos decía nuestra madre sobre los 806?); dinero que llega a los estafadores.
En otras ocasiones, además, te aportan un número de entidad bancaria para que ingreses una buena suma de dinero o pagues unos impuestos obligatorios. El usuario, inocente, puede caer en las redes de los estafadores cegados por conseguir un increíble viaje gratuitamente.
En otras ocasiones, además, te aportan un número de entidad bancaria para que ingreses una buena suma de dinero o pagues unos impuestos obligatorios. El usuario, inocente, puede caer en las redes de los estafadores cegados por conseguir un increíble viaje gratuitamente.
Una vez seducido y envuelto en el problema, es muy complicado, por no decir imposible, salir de él. Y claro... mucho menos posible es que te devuelvan el dinero depositado en la estafa, ya que los sujetos desaparecen de todo lugar.
La mayor arma con la que contamos para reconocer estas cadenas falsas sobre premios y regalos es el sentido común; la fiabilidad de información que ha sido enviada por correo electrónico anónimo siempre debe ser nula. El correo electrónico no es un medio por el que podamos estar seguros 100%.
Por otra parte, también podemos recurrir a la búsqueda de información en Internet sobre el asunto y su fiabilidad, optando también por otras fuentes que sean capaces de autentificar la exactitud del correo, ya que si confiamos ciegamente, puede ser que perdamos dinero y ganemos una mala experiencia.
En caso de consulta, siempre te aconsejaremos NomeHoax.
En caso de consulta, siempre te aconsejaremos NomeHoax.
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