La cana. Tras su aparición todo son dudas. ¿Dejarla? No, queda muy mal estéticamente. ¿Tintar el pelo? Sólo es una cana, es muy radical. ¿Arrancarla? ¡No, si te la arrancas sales 7 más! La confusión domina siempre en esta situación, pero esto ha llegado a su fin.
Cada vez que un conocido nos señalaba una cana, nos aconsejaba no arrancarla, ya que correríamos el riesgo de que salieran otras 7, y esto se extendería provocando tener un cabello canoso a la tierna edad de los 25 años. Pero, ¿es esto cierto?
Las canas surgen debido a que el pelo comienza a perder progresivamente la melanina, que es el compuesto natural que da color a nuestro pelo. Esta pérdida de melanina se debe a la existencia de un compuesto químico llamado peróxido de hidrógeno, que bloquea la síntesis normal de melanina con el paso del tiempo, debido a que la enzima que elimina dicho compuesto, va desapareciendo.
En resumen, el hecho de arrancarnos una cana no modificara que haya mayor o menor melanina en nuestro cabello, ya que eso depende únicamente del peróxido, y que por tanto, podamos arrancar esa dichosa cana que tan antiestética nos parece.
Por otra parte, si realmente fuera cierto este bulo, ¿no existirían alrededor de todo el mundo muchas menos personas calvas y muchas más personas con el pelo canoso? Recurrir al sentido común, a veces, nos da la respuesta a esas dudas y mitos que tan arraigadas están a nuestra sociedad.
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